FUNDAMENTOS IDEOLOGICOS DE LA IZQUIERDA
CRISTIANA DE CHILE
Presentación.
La Necesidad de Actualizar Cambios
al Documento Fundacional
1.- La tarea de la Izquierda
Cristiana ha sido contribuir a la construcción socialismo en Chile durante cuatro décadas, mediante
el aporte de fuerzas de inspiración
cristiana y humanista, con un carácter democrático y pluralista. Esto quedó explícitamente declarado en los fundamentos
aprobados en la Asamblea Constituyente de la Izquierda Cristiana realizada entre los días
20 al 24 de octubre
del año 1971.
2.- Diversos eventos históricos, nacionales e internacionales, se han sucedido desde
entonces; el proyecto Socialista de la Unidad Popular con el cual la Izquierda
Cristiana se comprometió desde su origen, fue truncado por la instalación de la dictadura militar, caracterizada por una constante
violación a los derechos humanos,
violencia social, terrorismo de estado y variadas técnicas de dominación social; periodo en el cual la IC
desarrolló una fuerte actividad de resistencia y creación de movimiento social.
3.- Posteriormente, la caída de los mal llamados socialismos reales con su efecto ideológico sobre los proyectos
de izquierda, favoreció las modificaciones
que han experimentado las sociedades mundiales, hacia modelos de dominación capitalista no conocidos hasta entonces, basados en la preeminencia
del capital financiero y especulativo sobre el productivo, imponiéndose nuevas formas de producción, caracterizadas por el incremento explosivo de la tecnología y de las comunicaciones, configurándose un nuevo escenario de imperialismo
económico, que incluso fue seguido por aquellos
estados en que derivaron las naciones del ex bloque
socialista.
4.- Paralelamente, el efecto agresivo y nocivo del desarrollo capitalista sobre la naturaleza,
suavizado como “efecto de la actividad
humana”, transfiere a todos la responsabilidad de unos pocos. Además, la atomización de las diversidades,
con
sus
particulares conflictos contra el sistema, ha influido
fuertemente en el desplazamiento de las
luchas sociales basadas en ejes ideológicos,
hacia conflictos centrados
en demandas sociales, culturales, sectoriales, étnicas, de género, diversidad sexual y medioambiental, lo que si bien ha
enriquecido las perspectivas de acción transformadora, ha generado indefensión frente al sistema, al ser estas demandas parcialmente abordadas y sin una visión integradora.
5.- Otras causas de
la pérdida de capacidad de resistencia y oposición al modelo son, el abandono
de la construcción de proyectos
de izquierda por sectores
históricos de esta sensibilidad, así como la falta de conexión política
entre quienes construyen
pensamiento de izquierda desde la academia,
desvinculándose de las expresiones sociales
de disconformidad y de resistencia local
o sectorial.
6.- Nuestros fundamentos
ideológicos
originales,
datados en los años
70,
constituyen la esencia del pensamiento de la Izquierda Cristiana,
y todas las modificaciones realizadas al texto original, mantienen coherencia con esa esencia.
7.- El hecho más provocador
es que la Izquierda Cristiana nació para apoyar un proyecto social que ya estaba en camino, en circunstancias que ese contexto histórico ha cambiado notoriamente desde que la IC fue fundada, no existiendo en la actualidad
un proyecto equivalente en la sociedad
chilena.
8.- El sujeto político es un individuo
histórico, cuya noción de realidad
está determinada por la complejidad de los elementos culturales en los
cuales vive y toma
decisiones políticas influido por el contexto
y
las
contingencias. Estos elementos se conjugan para, o
sostener o rebelarse al sistema social y político. En
consecuencia, la actualización de nuestros fundamentos ideológicos es esencial para la creación
de
un
proyecto político sustentable en el tiempo y necesario
para la construcción de la sociedad
del buen vivir.
9.- En el convencimiento que nuestra visión de una sociedad más justa, solidaria e incluyente sirva también de orientación a los procesos de liberación, invitamos
a todas y todos a participar en un proyecto
unitario de construcción de sociedad desde la izquierda.
I. Nuestra Definición Básica
10.- Nuestro objetivo
es construir una sociedad basada
en el buen vivir y solidaria con las generaciones futuras.
Esto puede ser desarrollado cabalmente
dentro del socialismo, con el aporte de las variadas fuerzas sociales a las cuales confluyan
diversas sensibilidades, corrientes de pensamientos, orientaciones filosóficas y espirituales, que actúen desde convicciones éticas, sostenidas y afianzadas en un carácter democrático, pluralista e incluyente.
11.- Como organización socialista, la Izquierda
Cristiana se identifica plenamente con todas las luchas sociales
en la consecución de una sociedad justa, solidaria,
equitativa y respetuosa de la naturaleza. Por ello, ampliamos nuestra mirada y damos cabida a todas las filosofías y corrientes de pensamiento que manifiesten categóricamente su compromiso
con el ser humano.
12.- Nuestra lucha es parte
de la lucha de los pueblos indoafroamericanos y de todos los pueblos del mundo por su emancipación y por dar forma a
una nueva humanidad. El socialismo, entendida como una sociedad del buen vivir, permitirá construir
un planeta libre de
las contradicciones que le causan grave daño y así, el pueblo podrá superar el individualismo
disociador y enajenante.
13.- Para lograr este objetivo,
es
necesario
construir una economía socialista, solidaria y comunitaria,
cuyo pilar fundamental sea el bienestar colectivo del pueblo. En este
cambio deben construirse y transformarse simultáneamente las pautas de conducta
humana, los valores e imágenes culturales, los hábitos sociales
y su relación con la naturaleza. Para tarea tan grande, la construcción del socialismo en Chile requiere la unidad de todas las
fuerzas revolucionarias.
14.- La experiencia histórica nos ha enseñado
que la ruptura del sistema capitalista
enfrenta una resistencia poderosa, constituida por múltiples formas de dominación que se ramifican, evolucionan
y se
transforman dentro y fuera del país. Es por ello que resulta imprescindible desarrollar un gran esfuerzo colectivo de producción, disciplina social y conciencia política,
ya que este objetivo no se puede alcanzar
si el pueblo no está sólidamente unido y movilizado en torno a ello.
15.- La igualdad y fraternidad entre los hombres y sus comunidades se expresa hoy en la lucha de los explotados contra las nuevas tendencias de manipulación postindustriales e hipermodernas que cosifican al ser humano,
considerándolo como objeto
y sujeto de consumo. Esto exige
objetivamente coordinar y complementar esfuerzos políticos,
sociales y culturales en una perspectiva socialista, ampliando los niveles de conciencia en los hombres y
mujeres llamados a construir una nueva sociedad. Esta convergencia
hacia el socialismo otorga a las personas de izquierda, desde
los más variados humanismos, un lugar en la lucha
para asumir desde el seno del pueblo,
y solo desde allí, un trabajo
decisivo en su liberación.
16.- Entendemos que la unidad y la organización del pueblo son condiciones
necesarias e indispensables para crear un poder capaz de vencer los intereses
del neoliberalismo; solo la generación y movilización de las comunidades permitirá alcanzar
la fuerza necesaria para ser un contrapeso y enfrentarlo. En consecuencia
debemos tener la capacidad para lograr que estas fuerzas
liberadoras asuman la responsabilidad de construir al sujeto político, capaz de tomar y hacer suyos los cambios profundos que esta sociedad requiere con urgencia.
17.- Sostenemos que el ejercicio de la democracia está directamente relacionado con la toma de decisiones en el planeamiento y puesta en práctica
de una sociedad del buen vivir y
no se limita al simple acto eleccionario. Todo ello en el contexto
de solidaridad y participación que nos inspira,
reafirmando los valores y la expresión
de las diversidades culturales.
18.- El poder globalizante del capitalismo nos deja como única opción
emprender una lucha global unitaria de toda la humanidad,
construida en el respeto de las realidades locales. Por eso, nuestro
compromiso es resultado
tanto de la experiencia de luchas pasadas y
de los principios ligados a ella, como también
de los esfuerzos por la liberación
humana realizados en nuestros días por todos los rebeldes del mundo contra toda forma de dominación, opresión, miseria e injusticia.
19.- Situamos nuestra acción desde una alianza irrenunciable
con el pueblo en su conjunto, respetando todas sus
expresiones culturales, para forjar
un
camino común y
unitario en la construcción de la nueva sociedad
a la que aspiramos, junto con aquellos que
compartan los valores que históricamente han motivado a las izquierdas.
20.- Sostenemos que el socialismo, en sus elementos esenciales, es una construcción del ser humano, que evoluciona
en la
historia y se convierte finalmente en una fuerza de cambio; es una concepción de vida y modos de producción que se oponen radicalmente a las
estructuras económicas, sociales
y políticas imperantes.
21.- Esta concepción implica el desarrollo de una ética basada en el comportamiento solidario y comunitario, que
genere las condiciones para que hombres y
mujeres sean tratados como personas y no objetos de explotación, que permita el ejercicio de sus
libertades esenciales, para que participen como actores políticos
en las decisiones, en la gestión
y en el uso sustentable de los recursos naturales.
22.- En ese sentido, buscamos
la convergencia revolucionaria, teórica y práctica
de la izquierda, desarrollando un trabajo común en todos los terrenos
de acción política y social.
II. El Capitalismo es
el Régimen de la Explotación Humana
1. º Contradicción Capital–Trabajo
23.- El neoliberalismo es la forma actual de explotación capitalista. Sus más reconocibles características son, la supremacía de los intereses
individuales por sobre los colectivos, lo que lleva a que
casi todas las esferas de la actividad social estén capturadas por formas de lucro desenfrenadas; así como el acrecentamiento
de las diferencias sociales y la
injusticia e inequidad en la participación de los beneficios del “crecimiento económico” del que disfrutan solo los dueños del capital y sus más cercanos
colaboradores, mientras que la fuerza
trabajadora debe conformarse solo con lo que el sistema establece
como mínimo necesario para sobrevivir.
24.- En tal situación
de alienación colectiva, la felicidad humana
se determina por los
hábitos de consumo de productos y estilos de vida, los cuales en su mayoría
han sido ideológicamente inducidos por las concepciones de desarrollo imperantes.
25.- El capitalismo se constituye en la apropiación del trabajo, la segregación social en
todas sus formas y la explotación del hombre por el hombre. Su fin no es la satisfacción
de las necesidades humanas, sino las ganancias de quienes poseen la propiedad
privada del capital y el mercado, que definen la ideología
del poder militar, poseen el poder político, manipulan la información y el conocimiento por medio de la cooptación y apropiación del estado, de los bienes y de los recursos
públicos, llegando al extremo de apropiarse de los recursos naturales, que por esencia
pertenecen a la humanidad toda.
26.- Los países subdesarrollados
capitalizan a las economías más ricas del mundo y sus pueblos
se someten a la dominación económica, política y cultural de los centros imperialistas. La explotación y desequilibrio
social que actualmente causa el capitalismo no solo demuestran lo injusto del sistema imperante, sino que reafirman
su ineficacia y falta de compromiso con la humanidad.
Asimismo, en los actuales países industrializados, que lograron su prosperidad en base al modelo
capitalista de producción, tampoco se han
logrado sociedades igualitarias que permitan un desarrollo
humano integral. Por tanto es imposible reproducir para los países subdesarrollados las condiciones de vida de los países
desarrollados. Así las cosas, las teorías que propugnan que el aumento de los salarios y condiciones materiales de los trabajadores
ponen en riesgo el desarrollo
y el crecimiento, leídos con racionalidad política y económica, son discursos funcionales al adiestramiento
ideológico de la población y la aceptación de un modelo que se basa en la explotación del hombre.
27.- La contradicción entre el
capital y el trabajo es ampliamente reconocible para todos aquellos que propiciamos los pensamientos de izquierda. La lógica de la acumulación de capital en todas sus formas de apropiación, es la evidencia concreta
de la subyugación del trabajo humano, y por tanto del trabajador, a los requerimientos del “crecimiento”; la
sumisión del trabajo humano es reconocida y propiciada explícitamente por el capitalismo, que no concibe la economía como un fin social.
sumisión del trabajo humano es reconocida y propiciada explícitamente por el capitalismo, que no concibe la economía como un fin social.
28.- El capitalismo es de suyo contradictorio con la realización cabal de la clase
trabajadora. En consecuencia, sostenemos que la superación
de la explotación no se reduce solo a la
creación de un estado subsidiario y regulador, sino que solo se logrará en sociedades
incluyentes donde la planificación
y gestión de todas las estructuras sociales,
sistemas de producción y de explotación
de los recursos, se sustenten en la
participación activa y democrática de la sociedad.
2. º Contradicción Capital-Medio Ambiente.
La Ineficacia del Capitalismo para Asegurar la Sustentabilidad Material
29.- El capital no racionaliza la explotación de los recursos
naturales en aquellos
países donde ha puesto sus inversiones. Rehúye y sobrepasa la legislación
local, muchas veces incipiente, vulnerable e ineficiente, adueñándose de aquello que nos pertenece
a todos. Los frutos que nuestra Tierra nos entrega, tales como
energía, agua, minerales y todo tipo de materias primas, renovables y no renovables, consideradas como factores de
producción, son explotados indiscriminadamente, de un modo acorde con la ideología liberal y capitalista
que propugna el sometimiento de la naturaleza a sus requerimientos funcionales. Estos frutos que nos brinda el planeta no solamente
son utilizados como capital productivo, sino también sirven como commodities, favoreciendo la especulación indiscriminada que expolia a los países más débiles.
30.- Estos recursos
están en franco agotamiento, el ambiente
local se encuentra expoliado en riesgo crítico y es usado como depósito
de residuos peligrosos.
31.- Los países desarrollados y las empresas
transnacionales ocupan los recursos materiales y las condiciones de producción locales de los países más pobres y a las
comunidades marginadas de sus propios países para su explotación.
Así, capitalizan las ganancias y generan pasivos ambientales que no son internalizados
en sus contabilidades, y son pagados por las comunidades locales, lo que redunda en el acrecentamiento de su
pobreza y marginación, generándose un nuevo tipo de desplazados ambientales.
32.- Los estados y las administraciones locales, a espaldas de su ciudadanía y echando mano a procederes ilegítimos, aportan estos recursos
para
que
las
empresas
generen empleo, “desarrollo” y “riquezas”, todo lo cual termina siendo
un flagrante engaño.
33.- En Chile, destaca la extracción minera como una gran generadora de daño ecológico, materializado por la contaminación de las fuentes de agua superficiales y los acuíferos subterráneos, que condenan a comunidades completas a no poder desarrollar convenientemente sus actividades agrícolas
y ganaderas, dejándolas muchas veces sin el
recurso necesario para sustentar
sus propias vidas. Los estanques
de relaves y residuos
derivados de la explotación minera constituyen una gran amenaza de contaminación y catástrofes ecológicas.
34.- Millones de hectáreas
de suelo agrícola y ganadero, que podrían solucionar largamente el
problema de abastecimiento de alimentos esenciales, son destinadas a la industria forestal, con extensas
plantaciones de pino, eucalipto, álamo y otras especies de rápido
crecimiento y demandantes de grandes cantidades
de agua, que además de requerir una baja participación de mano de obra, han contribuido a la migración
o extinción de fauna
y forestación nativa. El efecto más inmediato
es el desabastecimiento de agua que están
sufriendo las comunidades aledañas.
35.- De igual
forma, el descontrolado uso de pesticidas, abonos y fertilizantes
agroquímicos contribuyen a la pérdida
de las cualidades naturales del suelo, a la
contaminación de los recursos acuíferos
y al rápido exterminio de especies benéficas
para la actividad agrícola tradicional, contribuyendo además a los procesos de desertificación de
amplias zonas.
3. º Contradicción: Capital-Diversidad
La Cultura
de la invisibilización de los otros
36.- Hay muchas poblaciones y sectores de la humanidad
cuya realidad y
concepciones culturales no han
sido consideradas, sin propuestas de integración democrática y simétrica de estas diversidades dentro de la sociedad. La idea de integración, en el modelo de
opresión imperante, es expresión de un positivismo tecnológico y económico
aplicada en la invasión
de los espacios, el sometimiento al mercado y desde la valoración economicista de sus potencialidades, quitando valor a todo lo que no es productivo. Las diversidades son rechazadas, aisladas o exterminadas
si no adscriben al modelo de relaciones políticas dominantes y a los mecanismos económicos capitalistas.
37.- Dos conceptos de alto componente ideológico: desarrollo y crecimiento económico,
soportados sobre abstracciones científico-teóricas, son utilizados
recurrentemente para imponer la generación de riquezas en contradicción con el buen vivir de las personas.
38.- Muchas poblaciones, minorías étnicas, comunidades campesinas, sectores marginalizados de las ciudades y en general amplias diversidades socialmente postergadas (tercera edad, diversidades sexuales, inmigrantes pobres, etc.) son totalmente invisibles en la toma de decisiones, sus integrantes son considerados
inferiores, expresamente tratados como tales y socialmente “integrados” con acciones asistencialistas.
4. ° Contradicción Conocimiento-Libertad Política
Del control
del
conocimiento
técnico
a
la
inducción
en
la
toma
de
decisiones.
El
efecto
del
analfabetismo funcional en las sociedades tecnocráticas
39.- En el neoliberalismo, la “razón sustentada en el conocimiento
científico”, se pone
al servicio del poder del capital y de la economía burguesa, tanto para el quehacer industrial como para
el
sustento
de
las
guerras
y
así,
los
argumentos científicos son usualmente utilizados como verdades supuestas que sirven para justificar acciones
políticas y económicas que aumentan los beneficios de unos pocos
y mantienen el control social.
40.- Bajo el racionalismo capitalista en que “saber
es
poder”
y
que
“poder
y conocimiento” son sinónimos, la burguesía
ha
utilizado
el
conocimiento de manera hegemónica, imponiendo el neoliberalismo
como mecanismo de relaciones humanas, dotándolo de razones
científicas para instalar una mirada de sociedad antropocentrista, imperialista y uniformante,
que remite a un humanismo
subjetivo y abstracto,
lo que les permite explicar la “realidad” a partir de estadísticas y promedios, lejos
de la realidad material de los seres humanos.
41.- En concreto, las corporaciones capitalistas mundiales, en sus versiones transnacionales y locales,
mediante variadas técnicas de colonización material, tecnológica e ideológica, imponen a las sociedades
más
pobres
aspiraciones
de consumo
superfluo,
logrando una valoración positiva de los conceptos
abstractos “desarrollo” y “riquezas”,
condenando a las personas a financiar grupos
de elites cada vez más pequeños a costas de su
trabajo, recursos naturales, su riqueza cultural
y espiritual, su independencia
política y su derecho a la felicidad.
42.- El capitalismo en su fase imperialista, adopta crecientemente un carácter
belicista como consecuencia
de su necesidad de proteger la expansión mundial de sus
capitales e intereses y conduce también
a su respuesta criminalizadora a los conflictos
y demandas sociales.
43.- La cooptación de los estados conduce a la anulación de la democracia, expresada en la mercantilización de la actividad
política y su sometimiento al poder del capital. La conciencia
política del individuo es inducida
por la manipulación de la información, el control del
conocimiento, las técnicas
sociológicas de convencimiento y manipulación de masas. Todo ello
se apoya en formas jurídicas
y legales represivas, y ha causado que el individuo
tenga una aceptación funcional al desarrollo de las sociedades bajo la lógica del capitalismo. En este
contexto, las insatisfacciones sociales
son externalizadas mediante
demandas intrasistémicas, inorgánicas, dispersas y puntuales, carentes de una percepción política de las contradicciones inherentes al capitalismo.
44.- En conclusión, las variadas
contradicciones que se pueden establecer entre el
capitalismo y humanidad, muestran que la dominación de grandes sectores de la población
por pequeñas elites obedece a un complejo
entramado de relaciones de poder y sumisión.
Bajo esta lógica, y teniendo
en cuenta los variados mecanismos
históricos que ha utilizado,
es posible suponer que el sistema tiene capacidad para resolver cada contradicción aisladamente cuando
se produce la agudización
de los conflictos.
45.- Sin embargo, la solución
parcial de cada una de las contradicciones tensiona necesariamente a las otras. Por ejemplo, en el esquema de negocio-empresa capitalista, un mejoramiento de la situación económica de una población
requerirá un incremento no sustentable de la explotación de determinados recursos
naturales.
46.- Además los movimientos
sociales y las diversidades se proyectan
desde demandas sectoriales que no identifican claramente al capitalismo como causa y limitación
para avanzar hacia una sociedad
mejor.
47.- Cuando el movimiento
social supere el logro de demandas parciales
logrará avanzar en el desarrollo de movimientos orientados a cambios
sociales profundos que conduzcan a la construcción de la sociedad
del buen vivir.
III. Orientaciones Político Ideológicas para el Momento Histórico
48.- La Izquierda Cristiana entiende que en
este momento de la historia es
necesario definirse en razón de los ejes ideológico-políticos declarados en nuestros fundamentos.
49.- La necesidad de construir
la cultura de una nueva sociedad
bajo el principio del buen vivir, comprende la creación de un estado democrático basado en el reconocimiento
de las comunidades básicas que se
relacionan entre sí y que reconocen en el estado la función de la gestión global en la planificación y desarrollo de la nueva cultura y en su capacidad
para resguardar los derechos
fundamentales y el cuidado del medio ambiente. La transformación
del estado, implica la re-conceptualización de la participación democrática que actualmente se limita a la elección de autoridades
y por
lo tanto, la construcción de una democracia real implica la institucionalización de la más amplia participación de las comunidades en todas las decisiones, dentro de un régimen de pluralismo ideológico, político, cultural y religioso.
50.- La modificación del concepto de estado implica necesariamente definir una legalidad que se sustente en una carta constituyente, una economía supeditada a la política
y un desarrollo que tenga como sustento
y fin el bienestar humano en
todas sus dimensiones. Sostenemos que la única constitución legitima
es la que deposita su confianza en el pueblo
para que sea este y solo este, por medio de sus organizaciones, quien la construya, ratifique y modifique de acuerdo
al interés común
necesariamente dinámico .
51.- La humanidad, como especie animal social, construye
su habitar social en un espacio material concreto y, por tanto, la posibilidad de construir una sociedad
incluyente y democrática, requiere necesariamente de la recuperación de todos los recursos naturales y que estos sean devueltos a la comunidad.
Ello constituye una condición indispensable para que el estado, en coherencia con las necesidades y la voluntad
de las comunidades locales, defina los medios de desarrollo
e intervención del medio ambiente.
Para que esta nueva sociedad pueda desarrollarse, es condición fundamental entender
la economía como un
proceso complejo, en que esta quede supeditada a la política; es decir,
una economía sometida a las decisiones dialogantes de los individuos organizados en sus comunidades. Por tanto, que supere
y no solo se remita a las formas
clásicas de organización de la economía
en que la política termina supedita
al estado y el estado al mercado.
La pertenencia del ser humano a su entorno natural hace más posible
establecer
mecanismos de desarrollo que sean coherentes con los principios del buen vivir
y con la protección y el cuidado de los recursos
materiales del planeta.
52.- Reconocemos en cada
nación el derecho a establecer su propio
desarrollo político, aceptando que los principios
de soberanía de los pueblos,
de no intervención y autodeterminación de las comunidades son la base fundamental para imponer la paz en el
mundo. Propendemos a la existencia de mesas de dialogo mundial democrático, sin derecho a veto, de todas
las naciones y organizaciones que apunten al constante intercambio de ideas para buscar
acuerdos relacionados con el avance
y
realización de
los
derechos fundamentales, cuyos efectos tengan carácter supranacional. Creemos
que la democracia conduce a la unidad de pueblos y naciones, la cual es necesaria para alcanzar el objetivo
de lograr una comunidad
mundial que tenga como fin el buen
vivir. Así, en nuestro continente debe fortalecerse la integración indoafroamericana para que llegue a constituirse una alianza de todas las comunidades.
53.- Hacemos nuestra
la siguiente declaración:
“Este sistema
ya no se aguanta,
no lo aguantan los campesinos,
no lo aguantan los trabajadores,
no lo aguantan las comunidades,
no lo aguantan los Pueblos.
Queremos un cambio,
un cambio real,

un cambio de estructuras”